La terapia sistémica tiene en cuenta la representación de la realidad vista desde una perspectiva integradora. Lo importante son las relaciones y los componentes que surgen de ella. En las sesiones terapéuticas, la relación y la comunicación son muy importantes en cualquier grupo en el que se interaccione y que afecte al paciente, entendido como un sistema.
Tiene un enfoque en la solución de problemas más práctico que analítico. No es tan importante quién tiene el problema, sino que se centra en identificar los patrones disfuncionales dentro del comportamiento del grupo de personas, para así redirigir los patrones. El objetivo es que los sistemas encuentren equilibrio. Por eso, este enfoque es recomendado para parejas y familias.
Dentro de la terapia sistémica se encuentra la terapia breve sistémica la cual es un conjunto de procedimientos y técnicas de intervención que pretenden ayudar a los individuos, parejas, familias o grupos a movilizar sus recursos en el menor tiempo posible.